Incomunicados en la era de la información
La dificultad para establecer una comunicación relacional efectiva, a pesar de estar en la era de la información es un tema a resolver. Expertos identifican algunos elementos a tomar en cuenta para quien busca comunicarse en forma más efectiva.
Estamos en la era de la información, los avances tecnológicos han multiplicado herramientas y plataformas para conectarnos unos con otros. En el campo de las empresas sucede lo mismo, las organizaciones han tenido un desarrollo considerable, en cuanto a una mayor fluidez en el traspaso de información en todas las direcciones, modernización de procesos, toma de decisiones, entre otros.
Según la empresa Sureste, experta en capacitación de equipos de trabajo a través de metodologías outdoor, al hacer diagnósticos anónimo previos en las empresas, les permite medir el grado de desarrollo en distintas dimensiones claves asociadas a equipos de alto desempeño.
“De las llamadas Cinco C del trabajo en equipo (Comunicación, Coordinación, Confianza, Compromiso y Colaboración), en la gran mayoría de los casos la peor evaluada es la Comunicación”, afirma Raimundo Romero, socio fundador de Sureste. «No podemos desconocer los beneficios en esta “Era del conocimiento» o «Era de la información”, sin embargo, seguimos con grandes dificultades al momento de comunicarnos en forma efectiva y esto trae problemas al interior de las empresas e instituciones», añade.
Los cursos de Comunicación Efectiva para equipos que realiza la empresa Sureste, son aplicados en un contexto de naturaleza y tranquilidad al aire libre, ideal para favorecer el diálogo persona a persona y mediante ejercicios de escucha activa y retroalimentación.
Tips para mejorar la comunicación
Intención
El primer paso para lograr una comunicación efectiva es comenzar por la pregunta ¿Qué quiero lograr de esta conversación? ¿Es de interés del receptor? Si tenemos claridad de nuestras expectativas, será más fácil comunicarlas.
Contexto y oportunidad
“Todo intercambio de información ocurre en un contexto determinado e influye en la manera que será interpretada”. Observar el entorno en que será transmitido el mensaje permite identificar las oportunidades de comunicación que disponemos.
Medios
En el mismo acto de comunicación persona a persona, actúan en forma simultánea el lenguaje verbal y no verbal (tono de la voz, gestos corporales). Las palabras abordan el contenido del mensaje y el lenguaje no verbal refleja las emociones que provoca ese mensaje para el emisor, condicionando la manera que será entendido. “El científico Albert Enrabian hizo un estudio en el que intentaba determinar qué aspectos eran los más importantes para asegurar una comunicación eficiente. Descubrió que en ambientes de alta emocionalidad, el 7% radica en las palabras y el 93% en la comunicación no verbal”, explica Romero.
Escucha activa
No es mostrarse “motivado”, sino que se trata de mantener la atención en alto de tal forma que comprendamos mejor el mensaje que se nos está siendo transmitido. “Las interferencias del entorno dificultan la escucha, sin embargo, los mayores distractores provienen desde nuestro propio diálogo interno, esa conversación simultánea que mantenemos, mientras aparentamos prestar atención”, puntualiza.
La retroalimentación
Según el experto, este es un elemento clave, ya que permite verificar en el proceso de comunicación el cómo se está interpretando el mensaje. “En ocasiones podemos preguntar directamente para pedir feedback, en otras situaciones no, es ahí cuando nuestra observación y escucha activa nos permite leer el comportamiento no verbal del otro para extraer una idea de cómo está recibiendo la información. Si noto una respuesta no verbal relevante puedes corroborarla, idealmente preguntando”.
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