Fiebre amarilla: ¿Por qué es altamente letal?
¿En qué consiste esta enfermedad y cuál es el riesgo que representa?
La fiebre amarilla es una enfermedad causada por un virus que se transmite por la picadura de mosquitos infectados. Si bien no está presente en Chile, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha señalado que siete países de la región han notificado casos confirmados: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Perú y Suriname. En el primer caso, el brote ha cobrado la vida de dos turistas chilenos.
¿En qué consiste esta enfermedad y cuál es el riesgo que representa? Según explica el académico de la Facultad de Medicina de la U. San Sebastián, Michele Rey, la fiebre amarilla tiene dos etapas: “La primera es un dolor muscular general y fiebre, pero la otra fase más complicada y temida es la diátesis hemorrágica. Es decir que la persona se predispone a sangrar de forma anómala, lo cual produce que se disminuya el número de plaquetas, que no se pueda coagular la sangre, además de una falla hepática fulminante lo que hace que las personas tengan sangrados nasales, por las encías e incluso pueden llegar a vomitar sangre”.
Rey acota que la enfermedad “es muchas veces letal porque el tratamiento, una vez que ya está instaurada la enfermedad, es solamente de soporte: corregir lo que está pasando, es decir, tratar de ir corrigiendo las plaquetas, si hay una falla respiratoria o los sitios de sangrado, pero se hace difícil porque los mecanismos del cuerpo de coagulación son los que están afectados, entonces cuando está instaurada la letalidad es muy alta”.
El especialista agrega que “el hígado es uno de los órganos que más procesos metabólicos tiene involucrados, por lo tanto, cuando éste falla es muy difícil restaurar su función y si bien se pueden colocar algunas proteínas, hay funciones que no puedes recuperar. Por ejemplo, si fallan los riñones se puede hacer diálisis, pero no se puede restituir todas las funciones hepáticas, por eso hace que sea tan difícil el manejo de esta enfermedad”.
El académico USS añade que la fiebre amarilla demora al menos una semana en manifestarse. “Una vez que el mosquito te pica no te da inmediatamente la fiebre, sino que tiene un periodo de incubación es de siete días, por ello si hay sospecha de haber adquirido la enfermedad en una zona endémica del mosquito hay que monitorear porque no existe test de urgencia que diga en una hora tienes o no la fiebre. Acá lo principal es el seguimiento”.
Prevención
Si va a visitar un país donde existe brote endémico se recomienda a la población colocarse la vacuna contra la fiebre amarilla al menos 10 días antes de viajar. Algunos países incluso lo solicitan para permitir la entrada.
Carolina Sambuceti, académica de la Facultad de Enfermería de la USS, dice que “es difícil hacer una prevención específica cuando se trata de un proceso endémico y garantizar que la persona no se va a contagiar, si no pudo vacunarse. No obstante, hay ciertos factores y medidas que pueden reducir o disminuir la posibilidad, como la fumigación, el uso de mosquiteros y repelentes”.
La enfermera precisa que “cuando los mosquitos transmisores de la enfermedad logran llegar a las zonas urbanas, especialmente en sectores con aguas estancadas o lugares más oscuros y húmedos, ahí la reproducción de estos vectores es abundante, sobre todo si estos han provienen de las zonas selváticas”.
En ese caso, la docente indica que lo que se hace “es recurrir a la fumigación y eliminación de los mosquitos en las zonas más cercanas a las viviendas para contar con una barrera de protección” hacia la comunidad.
Lo otro que hay que tener en cuenta es que “aquellas personas que han recibido la vacuna pero no han completado el período de entre 10 y 14 días para hacer efectiva su inmunidad, se les pide que también usen mosquiteros en las camas y en sus casas, además de repelentes”.
La académica agrega que las personas que se encuentran en zonas como Brasil o países africanos donde esta enfermedad es endémica, tienen que estar atentas “a la presencia de los primeros síntomas, aunque lamentablemente son muy parecidos a los que producen otros virus e incluso enfermedades hepáticas”.
La docente enfatiza que si se confirma un caso de fiebre amarilla, lo que se hace en las unidades de urgencia “es manejar la hidratación y las posibles consecuencias que puedan aparecer producto del estado del paciente, no existe un antiviral para poder tratar la enfermedad”.
La enfermera indica que además de las medidas preventivas es esencial la vacunación la cual es un 99% efectiva, es preciso “certificar que se tiene esa condición de inmunidad antes de viajar a países que tengan condición de alerta o que se encuentren en fases endémicas”, quien han recibido la vacunación, al cabo de 30 días la inmunidad alcanza un 99% sin requerir de refuerzos futuros”.
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