Micro turbinas basadas en la naturaleza llegan a Chile a revolucionar industria de energía renovable
Micro turbinas basadas en la naturaleza traen a Chile un nuevo paradigma para la industria de la energía renovable, usando sólo los vórtices de ríos y canales. De fácil instalación y sin ser invasivas, pueden ser la solución ideal para poblados pequeños y remotos del país.
La ciudad de Doñihue en la sexta región de Chile alguna vez albergó un viejo molino que impulsado por un canal colindante generaba energía para los trabajos del campo, siendo uno de los pioneros para su época. Hoy, el molino ha sido modernizado gracias a una tecnología de punta, turbinas que aprovechan la energía de los torbellinos, gracias a la compañía pionera con base en Bélgica, Turbulent. La resurrección de este molino, que por supuesto se encontraba fuera de uso hace décadas, trae consigo la semilla de una nueva revolución en la producción de energía renovable.
Históricamente las formas alternativas de generar electricidad, como el sol, viento o causes de agua usando represas, acarrean sus propios retos. Estos incluyen una baja rentabilidad (por lo que suelen ser co-financiados por los gobiernos) y dependen de las condiciones climáticas. Las represas también causan inundaciones, obligan a las comunidades a reubicarse y afectan de manera drástica el ecosistema. Las regiones remotas en tanto sufren de problemas de conexión a las redes centrales, por lo que terminan dependiendo de generadores diésel
Los fundadores de Turbulent, los belgas Jasper Verreydt y Geert Slachmuylders, observaron los vórtices que se forman en ríos y canales e idearon turbinas innovadoras, descentralizadas y amigables con el entorno que pueden ser instaladas en prácticamente cualquier cauce de agua para generar energía de bajo costo y duradera. La micro turbina requiere tan solo una diferencia de altura de 1,5m y puede generar entre 5kW y 100kW por hora usando componentes modulares que hacen fácil su transporte.
GENERACIÓN DE HASTA 20 MW
“Turbulent” se encuentra en una misión de reavivar las energías renovables con sus micro plantas hidroeléctricas para crear fuentes duraderas y sustentables de energía incluso en los lugares más remotos. Las turbinas pueden funcionar de manera independiente o conectadas entre ellas formando una red. Su instalación tiene un retorno de inversión de entre 4 y 6 años (un tiempo excepcionalmente corto en la industria) y pueden generar hasta 20MW cuando se encuentran en serie. Adicionalmente vienen instaladas con un programa de monitoreo remoto que permite saber su estado en cualquier momento y lugar.
Los co-fundadores Jasper y Geert, se complementan con sus experiencias en economía e ingeniería respectivamente. El resto del equipo tiene conocimientos en marketing, ventas, ingeniería y desarrollo de productos, cubriendo todos los frentes para ser un emprendimiento exitoso.
“Hicimos prototipos revolucionarios para crear una turbina con solo una fracción del costo de las formas de generación hidroeléctricas anteriores” dice Geert Slachmuylders, Co-fundador de «Turbulent Hydro». Mientras que por su parte, Jarsper Verredyt afirma que “Las turbinas de Turbulent son sencillas de instalar, confiables y ofrecen energía descentralizada para reemplazar los tan costosos generadores diésel en lugares remotos”.
El piloto de «Turbulent» se encuentra actualmente operacional en Kleerkeek, Bélgica y en la región de la Araucanía en un proyecto conjunto con una comunidad mapuche. La nueva instalación en Doñihue es otro paso para “Turbulent” para no solo brindar energía limpia y confiable, si no que elevar la calidad de vida, generar oportunidades económicas y tener un impacto positivo en nuestro país.
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