La iniciativa de norma popular que busca crear las regiones de Chiloé y Aconcagua consiguió las 15 mil firmas necesarias para ser debatida en su respectiva comisión dentro de la Convención Constitucional.

Según explica el documento ingresado a la plataforma del órgano constituyente, la propuesta surgió ante el «excesivo centralismo» en nuestro país y la desigualdad socioeconómica territorial existente, lo cual queda reflejado en las diferencias en el PIB de cada región.

Respecto a Chiloé, señala que es un archipiélago con más de 40 islas con territorio y marítimo complejo. «Representa una comunidad político cultural con identidades territoriales evidentes y distintas al territorio continental», indica el texto.

Además, advierte que las necesidades del archipiélago «han sido históricamente invisibilizadas y postergadas», mientras que el territorio «ha sido industrializado, sufre de falta de conectividad y de pobreza multidimensional sin poder decidir ni planificar su futuro».

Posteriormente, señala que las provincias de Petorca, San Felipe y Los Andes sufren del centralismo tanto de Santiago como de Valparaíso, donde se toman las decisiones políticas.

«Por otro lado, la provincialización del Valle de Aconcagua omite la historia y la cultura compartida de este territorio, en que se desarrollan actividades productivas similares, con un patrimonio cultural e inmaterial particular y un patrimonio ambiental característico de esta zona», añade.

De esta forma, «el objetivo deseado es una distribución del poder económico, político y territorial más equilibrada, en que se reconozca la autonomía política, administrativa y fiscal de las entidades locales bajo los principios de coordinación, solidaridad interregional y cohesión social entre los distintos entes territoriales y entre éstos y el gobierno central».

La propuesta busca que la nueva Carta Fundamental «debe constituir expresamente una nueva entidad territorial, que, en conjunto con el resto de las entidades territoriales, permitan distribuir el poder político, mejorar la descentralización fiscal y acercar las decisiones y los servicios públicos a las personas y habitantes del territorio».

«De este modo, esta nueva organización política y administrativa obliga a los poderes constituidos a desarrollar las políticas públicas que permitan implementar este nuevo arreglo territorial en todos sus niveles entregando las instituciones públicas las competencias necesarias para satisfacer las necesidades de las personas y desarrollar el interés general en cada localidad», sentencia.

Para ello, la iniciativa propone el siguiente articulado:

«Para el gobierno y administración del Estado, el territorio de la República se divide en las siguientes entidades territoriales: Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Aconcagua, Valparaíso, Metropolitana, Libertador General Bernardo O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, Chiloé, Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo, Magallanes y de la Antártica Chilena».

La propuesta es impulsada por distintas agrupaciones locales y regionales de Chiloé y de la provincia de San Felipe de Aconcagua.

La convencional Adriana Ampuero, una de las impulsoras del texto legal, celebró que haya alcanzado las firmas necesarias. «Estamos en la Convención y pronto ya iniciaremos el debate sobre una nueva forma de Estado para Chile y una nueva división político-administrativa que contemple la posibilidad de un Chiloé región», remarcó.

ATON Chile.