Este lunes, la Guardia Revolucionaria de Irán confirmó el inicio de una ofensiva militar contra instalaciones estadounidenses ubicadas en Qatar e Irak, en una escalada directa tras los recientes ataques de Washington a infraestructuras nucleares en territorio iraní.

Medios oficiales del país persa calificaron la acción como una respuesta “contundente y triunfante” a lo que consideran una agresión previa por parte de Estados Unidos, ocurrida el sábado pasado.

La situación ha provocado alarma en la región. En Qatar —donde se encuentra la base aérea estadounidense de Al Udeid, una de las más estratégicas en el Golfo Pérsico— se reportaron múltiples explosiones, mientras el país cerraba su espacio aéreo tras detectar una amenaza creíble de ataque.

Fuentes estadounidenses, citadas por medios internacionales, han señalado que el gobierno de Joe Biden y el Departamento de Defensa están monitoreando de cerca el desarrollo de los acontecimientos.

Este sería el primer contraataque directo de Irán hacia posiciones militares estadounidenses desde los recientes bombardeos a sus centros nucleares. Según el Council on Foreign Relations, Washington mantiene una amplia presencia en la región, con bases en al menos diez países del Medio Oriente, incluyendo Arabia Saudita, Irak, Israel y Siria.

La tensión sigue creciendo, y tanto autoridades iraníes como estadounidenses han evitado entregar detalles sobre eventuales nuevas operaciones. La situación permanece en desarrollo.