Buenas noticias llegan desde el Banco Central para el arranque del próximo gobierno. Según el último Informe de Política Monetaria (IPoM), presentado este miércoles en el Senado, el organismo mejoró sus proyecciones de crecimiento, inversión y consumo, dibujando un panorama económico más favorable de cara a 2026, cuando asuma el presidente electo, José Antonio Kast.

El propio instituto emisor reconoce que el escenario central para el próximo año se ve “algo más favorable” que en estimaciones anteriores, aunque advierte que los riesgos del contexto internacional siguen presentes. Parte de este mejor ánimo se explica por el ingreso de nuevos proyectos de inversión, especialmente en minería y energía.

Uno de los avances más relevantes está en materia de inflación. El Banco Central ve cada vez más cerca la convergencia a la meta del 3% anual. “La tarea de controlar la inflación no ha sido sencilla, pero podemos decir con orgullo que el Banco Central lo está logrando con costos limitados para la economía”, afirmó su presidenta, Rosanna Costa, ante la comisión de Hacienda del Senado.

De hecho, el organismo proyecta ahora que la inflación alcanzaría el 3% en el primer trimestre de 2026, dos trimestres antes de lo estimado inicialmente. En términos políticos, esto implica que Kast iniciaría su mandato en marzo con la inflación prácticamente bajo control.

En esa misma línea, el banco de inversión Goldman Sachs estima que la inflación total podría caer al 3,0% ya en enero próximo, apoyada en efectos de base favorables, la baja de precios de la electricidad y eventuales descensos en los combustibles.

Eso sí, Costa fue cauta al señalar que “la inflación en 3% todavía es una proyección” y que el trabajo del Banco Central no termina cuando se alcanza la meta. De hecho, el emisor ajustó levemente al alza su proyección de inflación para diciembre de 2026, desde 3% a 3,2%, y mantuvo el 3% para el cierre de 2027.

Mejores perspectivas de crecimiento

El informe también trae buenas señales en actividad económica. El Banco Central estima que el país cerrará este año con un crecimiento del PIB de 2,4%. Para 2026, en tanto, elevó el rango de expansión a entre 2,0% y 3,0%, mientras que para 2027 mantuvo el cálculo entre 1,5% y 2,5%, en línea con el crecimiento tendencial.

“Las proyecciones han ido aumentando sostenidamente durante 2025, sobre todo en los sectores no mineros, gracias a un escenario global más resiliente y a una inversión local más dinámica de lo previsto”, explicó Costa.

Desde Banco Santander, en todo caso, se muestran algo más prudentes y advierten que la recuperación podría ser más gradual.

Inversión y consumo toman impulso

punto destacado del IPoM es el repunte de la demanda interna. La formación bruta de capital fijo —indicador clave de inversión— muestra solo ajustes al alza respecto de estimaciones anteriores. Según el Banco Central, ya se observan señales incipientes de inversión en nuevos sectores, con perspectivas de mayor dinamismo en construcción y obras hacia 2026.

Eso sí, la inversión en este último rubro aún sigue rezagada. Costa espera que el fuerte desempeño en maquinaria y equipos termine empujando también a la construcción, especialmente en los grandes proyectos mineros y energéticos.

En el Senado, la senadora Ximena Rincón manifestó su preocupación por la situación del sector inmobiliario. La presidenta del Banco Central reconoció que se ha visto un leve aumento en la venta de viviendas, impulsado por subsidios a la tasa de interés, aunque el stock sigue siendo elevado. De acuerdo con cifras del sector, el inventario supera las 109 mil viviendas sin vender.

Finalmente, en consumo privado, las proyecciones también fueron ajustadas levemente al alza. El gasto de los hogares crecería a tasas más acordes con el PIB de tendencia, apoyado en una mayor confianza de los consumidores y en el aumento de la masa salarial.