Este pasado domingo las cenizas del padre Mariano Puga llegaron a la Iglesia Patrimonio de la Humanidad de Colo, lugar donde fuera párroco durante 10 años el recordado “cura obrero”.

Con una misa celebrada a las 11 horas la comunidad de Quemchi, en Chiloé, despidió al religioso que dedicara años de su vida a llevar la eucaristía a los isleños con su acordeón, sus ojotas, sus ojos claros y su fe obrera.

Mariano Puga falleció a los 88 años de edad el 14 de marzo de 2020, producto de un agravado cáncer linfático, tras lo cual fue velado en la comunidad de Villa Francia donde dejó honda huella. Poco antes, el 16 de febrero, celebró sus 60 años de servicio a la fe en la misma Iglesia Colo donde hoy se esparcieron sus cenizas.

Puga, que estuvo recluido en Villa Grimaldi en 1974, dedicó sus últimos días a abogar por la liberación de los “presos de la revuelta”, movimiento que apoyó en su carta “El despertar no tiene que morir nunca más”, que emitiera a días del 18 de octubre de 2019.

Aton Chile.