Campaña, impulsada por el Municipio de Santiago, tiene como objetivo que los papás se hagan cargo del daño ocasionado por sus hijos a los establecimientos.

Las tomas de colegios y liceos han marcado la agenda en educación. Sin embargo, y producto de la experiencia en años anteriores donde los establecimientos educacionales quedaron con severos destrozos y daños a su patrimonio, las autoridades han buscado tomar cartas en el asunto con objeto de desincentivar este tipo de acciones. El primero en debutar con esta lógica ha sido el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, quien mediante la lógica del “rompe – paga” ha tomado acciones legales contra los padres de los jóvenes quienes deberán asumir las costas de sus hijos, pero, ¿Le corresponde a los padres responder por los desmanes y acciones de sus hijos?

Para la abogada María Fernanda Juppet el tema del “rompe – paga” no es tan sencillo debido a que “es cierto que necesitamos que los padres se hagan responsables de sus hijos porque hay distintos tipos de responsabilidades. En este caso lo que se busca es una responsabilidad civil y, legalmente, los padres somos responsables por los daños que generen nuestros hijos o por cualquier efecto que ellos generen, de manera negligente, hasta que cumplan 18 años. Entonces, al final del día, si nuestros hijos le generan daño a un tercero, nosotros tenemos que hacernos responsables de todos los gastos y daños que eso genere”.

La profesional agregó que “la responsabilidad civil tiene que ver con todo lo que es responsabilidad de dinero porque, otro tema, tiene que ver con la responsabilidad penal de los menores (desde los 16 años en adelante). Pero, en el caso de los daños que nuestros hijos generen, nosotros somos responsables por lo que ellos hagan. Ahora, el problema que se genera, es cuando se busca responsabilizar a un centro de alumnos por daños que no consta que hayan realizado directamente sus miembros. Por eso no es tan claro como se plantea esta idea del rompe – paga”, explicó la directora de Derecho Santiago de la Universidad San Sebastián.